Hábitos cotidianos y salud mental

Reconocer los hábitos cotidianos en el entorno familiar puede mejorar la salud mental. 

Este texto fue elaborado por Natalie Berdugo en el marco del Proyecto “Somos Enlace”.

Mariana está cocinando. Mientras prepara la cena, se escucha a lo lejos el noticiero que se emite por el televisor de la casa. Mariana piensa en cómo ganar dinero extra para mantener los costos familiares, tal vez por eso no ha podido conciliar el sueño y se ha sentido cansada durante toda la semana. Con la comida lista, sus dos hijos y la abuela comen en la sala como de costumbre, pero ya no en la mesa. Cada uno está en una silla, mecedor o sillón, pues temen contagiarse.

Estas son situaciones familiares que la pandemia por el COVID-19 ha causado en todo el mundo. Sin duda  la emergencia sanitaria ha  generado un cambio drástico en los hábitos de vida y la salud emocional y mental.

Debido al ambiente de tensión que conlleva el distanciamiento físico, los cambios de hábitos y las situaciones intrafamiliares, se puede llegar a presentar un malestar corporal.  Las líneas de atención de psicología reciben llamadas diarias por problemas físicos que tienen como raíz  la angustia por riñas diarias familiares o por  cambios de hábitos.

“Son muchos casos particulares, puede haber un caso de una persona que entra en una crisis de ansiedad y los síntomas que presenta es la situación de ahogo, el trastorno del sueño, la inapetencia, el estado de ánimo muy bajo”.

Irene Criollo, Fundación Semilla Criolla.

La Fundación Semilla Criolla aconseja a las familias prestar atención a los hábitos de alimentación y sueño, sugiriendo que primeramente y de manera básica, no sean los horarios de estas acciones cotidianas los que cambien, como sí lo pueden hacer las tareas laborales, de limpieza y orden. La hidratación y el tipo de comida también pueden influenciar los estados de ánimos.

Irene Criollo, psicóloga líder de una línea de atención emocional, también destaca que como sociedad caribeña tenemos la falencia de solo compartir y expresar los momentos festivos y felices y no otro tipo de emociones, rechazando o ignorando otros matices.

“No atendemos nuestros estados emocionales, somos analfabetas emocionales, ni siquiera identificamos si lo que estamos sintiendo es rabia o tristeza, si me siento ofendido o me siento más bien desplazado. Hay una educación a nivel de las emociones que no hemos atendido”.

Irene Criollo, Fundación Semilla Criolla.

Olga Leones de la Corporación “Pazaporte” lidera el programa de intervenciones psicológicas dirigido a inmigrantes llamado “Hablemos”, a través de la línea de atención ha recibido llamadas de personas comentando que las situaciones que se han disparado durante la cuarentena son las  riñas o conflictos familiares, como también cuadros de angustia que se ven alimentados por la desinformación y la circulación de noticias falsas.

“La razón que más destacamos es la mucha información negativa o fatalista amarillista que se recibe, o más bien la desinformación. Nos damos cuenta que hay un montón de imaginarios que no son claros en cuanto a la enfermedad o hay una sobre exposición del cuidado. Hemos recibido llamadas de personas en depresión o en estados de melancolía porque están lejos de su familia, dentro de su misma casa”.

Olga Leones, Corporación Pazaporte.

Las situaciones de tensión y estrés  se pueden manifestar a través de  cuadros de ansiedad y angustia que llegan a somatizarse en el cuerpo, Olga cuenta que las personas que solicitan el acompañamiento presentan malestares como la sensación de ahogo, vista nublada, dolor de estómago y trastornos del sueño. 

La Corporación Pazaporte ha identificado que la mayoría de incomodidades emocionales expresadas en la llamadas que reciben de todo el país pero principalmente de Barranquilla,  son causadas por la lejanía de los familiares o  el cambio de cotidianidad.

“ Hay una desinformación que lleva a la desestructuración de la familia, es decir personas que dejaron de compartir la mesa pensando que por eso iba a haber algún tipo de exposición, parejas que dejan de dormir juntos, ausencia de contacto entre padres e hijos”.

Olga Leones, Corporación Pazaporte.

Olga recomienda centrarse en la respiración para poder llegar a controlarla de manera gradual, como también lo afirma Irene, en los momentos de  tensión psicológica es necesario crear ambientes de tranquilidad ya sea para dormir o para relajarse. 

“Se recomienda [hacer] muchos ejercicios de respiración, reconocer nuestro cuerpo, estar en el presente, preguntarnos qué tenemos, parar un poco la mente de toda la información fatalista, observarnos y entender nuestra realidad diaria momentánea”.

Olga Leones, Corporación Pazaporte.

Por otro lado, los casos de violencia hacia la mujer también se han disparado, así como los conflictos que tienen como raíz la discusión de los roles y las actividades que le corresponden a cada uno en la cotidianidad. 

El Atlántico, aparte de ubicarse como segundo departamento con más contagios en el país, también presenta aumento en los casos de violencia o desacato de la ley. En el Día de las Madres según la Polícia, en este territorio se recibieron  y atendieron 461 riñas dentro de las casas y en el Día del Padre se presentaron 547 casos de violencia intrafamiliar con motivo a las celebraciones. 

En general las organizaciones y profesionales en psicología recomiendan pedir acompañamiento antes de llegar a los momentos de crisis y comunicarse e informarse de mejor manera sobre  la pandemia y sobre estilos de vida saludable.

About The Author: Redacción Vokaribe

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